Una historia del acompañamiento de la Casa Joven
En la Casa Joven acompañamos, acompañar o trabajar desde la relación, que, así entendida se torna educativa, es responsabilizarse del proceso desde el lugar que cada un@ ocupamos y buscar la distancia suficiente para poder reconocer al otr@ y la implicación para promover inquietudes o cambios.
Por la puerta, apareció un joven de 18 años, solicitando este acompañamiento, venía de trabajar del campo, (lo llevaba haciendo desde los 16 años), su propio jefe le había preguntado qué porque no estudiaba, “en España, aunque seas mayor de edad sigues teniendo la oportunidad de estudiar”, le dijo. Aquellas palabras retumbaron fuerte en este joven. Desde la Casa Joven le acompañamos en el proceso de inscripción, y le facilitamos cuánta información y asesoramiento iba requiriendo.
Hoy en día acude cada tarde al nocturno para sacarse la ESO y sueña con apuntarse en una academia para poder ser Guardia Civil.
No importa que se levante a las 5:30 de la mañana, ni los cayos de sus manos, ni los kilos que ha cargado a su espaldas… nada impide que cada tarde este joven acuda al instituto para seguir estudiando, para en definitiva cumplir su sueño.