Talleres para una alimentación saludable en barriadas populares del Cusco
187 mujeres y 30 hombres pertenecientes a 12 organizaciones de 12 barrios populares de la periferia del Cusco se capacitaron en alimentación saludable en un contexto de desequilibrios nutricionales marcados por el sobrepeso, la obesidad, la anemia y la desnutrición.
La ingesta de alimentos es la acción más importante del ser humano a través de la cual se proporciona los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. A este respecto, cabe realizarse algunas preguntas como ¿sabes alimentarte?, ¿conoces las bondades de los alimentos que a diario consumes?, ¿qué es una adecuada alimentación?, ¿qué es una mala alimentación? Estas y muchas interrogantes fueron objeto del desarrollo de 12 talleres de entrenamiento desarrollados en 12 organizaciones funcionales de 12 barrios populares de la periferia urbana del Cusco.
Durante los talleres de capacitación realizados entre el 20 de abril al 25 de mayo, con la colaboración del funcionariado de los distritos de Cusco, Poroy, Santiago y San Sebastián y de las juntas directivas vecinales, se enfatizó en la importancia del consumo de una alimentación balanceada, variada y sana, que incluya el consumo de los diferentes grupos alimentarios (cereales, frutas, verduras, carnes y lácteos) en cantidades razónales, según el modelo del “Mi Plato”.
La metodología de las jornadas de entrenamiento se inicia con una reflexión de sensibilización sobre las enfermedades adquiridas a raíz de una inadecuada alimentación como el sobrepeso y la obesidad, haciendo énfasis en las consecuencias que conlleva a adquirir enfermedades como el colesterol alto, presión alta, diabetes y cáncer. En una segunda parte de los talleres, se abordaron los tres temas objeto de la convocatoria: alimentación saludable y balanceada, clasificación de los alimentos por sus funciones y valor nutritivo de los grupos alimentarios.
Las 187 mujeres y 30 hombres participantes, que son madres y padres de familia, asumieron el compromiso de incluir en la alimentación diaria al menos 2 raciones de frutas, una porción de ensalada, 2 raciones de menestras a la semana, una porción diaria de lácteos, carnes y un consumo moderado de alimentos que contienen carbohidratos como tubérculos, cereales y derivados de las harinas, siempre en función de los requerimientos de energía física de las actividades de cada persona. Los testimonios de las personas participantes demostraban los aprendizajes adquiridos. Soledad Espinosa, de la APV Mosoq Wasi, de reconocía “yo siempre cocino en casa estofado de pollo, lomo saltado o arroz a la cubana porque les gusta a mis hijos, pero no sabía que siempre tenemos que agregar verduras a cada comida. De hoy en adelante voy cocinar con verduras”.
En paralelo se reforzó la idea de incluir las verduras en el menú de los comedores populares o cucharones solidarios; además de los cereales, menestras y conservas de pescado que reciben para las preparaciones de los alimentos. Cabe recordar que este proyecto de seguridad alimentaria, financiado por la Diputación de Córdoba y ejecutado por el Centro Guaman Poma, trata de impulsar la producción y consumo de hortalizas a través de la implementación de biohuertos familiares, dando asesoría, capacitación y promoviendo la valorización de residuos sólidos orgánicos y el aprovechamiento de las aguas grises, incrementando el consumo de vitaminas y minerales en la dieta diaria y la disponibilidad de alimentos para su comercialización, entre otros.