Taller de economía de los cuidados en Cusco
Dentro del programa de capacitación en desarrollo personal del Centro Cusco Emprende financiado por la AACID, se organizó el pasado 17 de agosto un taller sobre economía de los cuidados dirigido a empresarios y emprendedores del Valle Sur del Cusco.
Este programa tiene el objetivo de fortalecer las habilidades para la mejora personal, social y empresarial de los colectivos vulnerables atendidos desde el centro. El taller fue diseñado e impartido por María Jesús Joya y Virginia Sánchez, cooperantes de la FSU beneficiarias del programa de voluntariado internacional de la Universidad de Granada.
La expresión “economía de los cuidados” es una forma de reivindicar y poner en valor el conjunto de trabajos y actividades que regeneran cotidianamente el bienestar físico y emocional de las personas, tales como el mantenimiento de los espacios y bienes domésticos, el cuidado de los cuerpos, la educación o el apoyo psicológico a las personas del entorno afectivo.
Según esta corriente de pensamiento, la sobrecarga de cuidados es uno de los mecanismos de género más importantes en la (re)generación de la pobreza y, por tanto, uno de los motivos fundamentales de la feminización de la pobreza.
Desde la cooperación andaluza existe un compromiso de que nuestras actuaciones no supongan un aumento de la carga de trabajo de las mujeres así como de promover la corresponsabilidad en los cuidados. Para ello es necesario incidir sobre las causas estructurales de la discriminación y sobre las relaciones género, por eso desde las intervenciones se debe contribuir a desmontar mitos, visibilizar la importancia del trabajo de cuidados que son necesarios para asegurar la vida, y mostrar como la división sexual del trabajo hace recaer esta responsabilidad sobre las mujeres, y proponer maneras de reorganizar con mayor justicia los cuidados.
El taller en cuestión fue muy dinámico y participativo, permitió que las 27 participantes (25 mujeres y 2 hombres) pudieran reconocer el tiempo utilizado por cada persona en las actividades del hogar y en las actividades económicas y del escaso o nulo tiempo disponible para el desarrollo personal y el descanso de la mujer. A partir de esta experiencia se han comprometido a reservarse un tiempo para cada una de ellas y a requerir el apoyo de sus familiares en las actividades de sostenimiento de la vida.
Para facilitar la participación de las mujeres a esta actividad se contrató a una movilizadora para el cuidado infantil durante el tiempo de celebración del taller.