Solo la paz, llama a la paz

En el Hogar de Tardes Mamá Margarita la celebración de la paz es mucho más que una fiesta en el patio el día 30 de Enero. Conseguir que los niños y niñas vivan en paz, es decir, que se respeten todos sus derechos, es el principal objetivo. Escuchar su opinión y sus emociones, empatizar con ellos, respetarlos y amarlos, entender sus rabietas, en la mayoría de las ocasiones fruto de la resiliencia (capacidad de no romperse ante las adversidades), enseñarles a solucionar conflictos o a saber sobrellevar situaciones complicadas con entereza y esperanza…son algunas de las dinámicas que rigen el día a día.

Se trabaja duro para que el centro sea un espacio de protección, donde los niños y niñas se sientan seguros, donde sus derechos sean respetados, donde se sientan importantes, únicos y especiales. Un espacio en el que la diferencia y la diversidad enriquezcan y en el que los errores tan solo sean oportunidades de aprendizaje, donde se valora el esfuerzo independientemente de los resultados finales.

Y es que  si una cosa está clara en el Hogar de Tardes Mamá Margarita es que cualquier buena estrategia se debe predicar con el ejemplo. Los adultos somos su modelo y su guía, por lo que son nuestros actos y palabras los responsables de que niños y niñas crezcan en paz y se desarrollen en armonía, sintiéndose valiosos y respetados. Nadie respeta cuando se siente agredido. Solo la paz, llama a la paz.