Perú está expuesto a diversos fenómenos naturales debido a la vulnerabilidad de su población y sus medios de vida. Según el mapa de vulnerabilidad física, el 46% del territorio nacional tiene condiciones de vulnerabilidad Alta a Muy Alta, y aproximadamente el 36,2% de la población, alrededor de 9,8 millones de habitantes, ocupa y utiliza estas áreas. Desde una perspectiva geodinámica, la región de Cusco se caracteriza por ser zona de alta actividad sismotectónica. Sin embargo, en los últimos 30 años no se registra un sismo de importancia significativa, lo que genera preocupación de especialistas, quienes anticipan la posibilidad de un futuro evento sísmico de relevancia.

En el valle de Cusco, la población enfrenta una amenaza latente de desastres, especialmente por su ubicación en una zona de alta actividad sísmica. Las estadísticas revelan que el 42% de la población reside en áreas de muy alto peligro por movimientos en masa, mientras que el 26% de las viviendas se encuentran en zonas de riesgo muy alto en este aspecto. Además, el 14% de las instituciones educativas están expuestas a movimientos en masa de muy alto peligro. En cuanto al riesgo sísmico, el 47% de las viviendas enfrentan un riesgo muy alto, seguido por un 45% de riesgo alto y solo un 8% de riesgo medio.

La actividad sísmica reciente en Cusco ha vuelto a destacar la importancia de la gestión del riesgo de desastres en la agenda local, generando preocupación entre la población y las autoridades locales, con la consiguiente realización de algunos simulacros y la activación de los Centros de Operaciones de Emergencia como medida de precaución. Sin embargo, resulta evidente que se requiere mejorar la preparación y capacidad de respuesta de la población, así como fortalecer la coordinación entre todas las partes involucradas en la gestión del riesgo de desastres.

En este contexto, se han identificado diversas causas que dificultan la gestión del riesgo de desastres en Cusco: la falta de información en tiempo real, el acceso limitado a información de calidad, el desconocimiento de la vulnerabilidad ante el riesgo de desastres, la capacidad limitada para generar instrumentos de gestión, la fragilidad de los espacios de concertación, la débil acción de las entidades públicas y la pasividad de la ciudadanía.

En este marco, se han identificado los tres componentes del proyecto dirigidos a mejorar la preparación y respuesta ante desastres sísmicos: a) Población informada y sensibilizada sobre la preparación y respuesta frente a desastres sísmicos, b) Información generada y socializada con las autoridades para la toma de decisiones frente a la ocurrencia de sismos y c) Fortalecidos los mecanismos de participación e intercambio de información entre la población y el funcionariado para la prevención frente al sismo de desastres por sismos.

El primer componente se enfocará en informar y sensibilizar a la población del Cusco sobre la preparación y respuesta ante desastres. Se llevarán a cabo campañas de sensibilización en colaboración con las autoridades locales, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y las Plataformas de Defensa Civil de tres distritos de Cusco, dirigidas a 3 instituciones educativas, 3 barrios periféricos y 3 mercados de abasto. También se difundirá información a través de medios masivos para concienciar a la población sobre la importancia de la prevención ante desastres sísmicos.

Un segundo componente se centrará en la generación de información para la respuesta ante sismos, que será compartida con las autoridades para la toma de decisiones. Se realizarán estudios de vulnerabilidad y riesgo ante sismos en tres barrios piloto con la participación de las municipalidades y la comunidad. Los resultados se compartirán con las autoridades para la implementación de medidas de reducción del riesgo como mejoras en la infraestructura y planes de evacuación ante posibles sismos, contribuyendo a sensibilizar y preparar a la ciudadanía.

El tercer componente se concentrará en fortalecer los mecanismos de participación e intercambio de información entre el funcionariado público y la población para prevenir riesgos de desastres por sismos. Se colaborará con las Plataformas de Defensa Civil de los tres distritos para mejorar sus instrumentos de planificación (planes operativos anuales, planes de operación y mantenimiento, planes de contingencia ante sismos) y para involucrar a la población en la gestión de riesgos. Se realizarán diagnósticos del nivel de fortalecimiento institucional para la gestión de riesgos de desastres sísmicos en los gobiernos locales.