La casa hogar abrió sus puertas para el curso académico 2015/16 el 9 octubre con una serie de novedades como el incremento de estudiantes residentes, el ingreso de adolescentes más jóvenes para facilitar su adaptación al grupo y su integración escolar; y la aceptación de algunas jóvenes de otros lugares, igualmente pobres.

Durante este pasado curso,  22 jóvenes de diferentes grados, desde cuarto hasta noveno, han estado cursando sus estudios en el colegio Don Bosco. No solo han aprobado sino que han obtenido muy buenas notas y muchas de ellas han quedado entre el primer y quinto puesto de sus clases. Seis jóvenes han terminado el grado 9º, que en Camboya es la  educación secundaria. El próximo curso comienzan sus estudios superiores, que corresponden a los grados 10º ,11º y 12º, en este mismo centro educativo.

Por las tardes, en casa, han recibido refuerzo en materias complementarias como matemáticas, informática e inglés y en otras actividades manuales, deportivas o artísticas. Además, las jóvenes realizan todas las tareas de la casa como limpieza, compra, cocina, jardinería…etc.; también participan en las iniciativas sociales organizadas por los grupos parroquiales y de voluntariado de Singapur y Corea. Los fines de semana se reservan para el descanso, el esparcimiento y la formación en valores y otras materias, según las necesidades y características del grupo.

Desde que comenzó esta iniciativa de la Casa de Estudiantes en 2012, el proyecto ha sido creciendo y mejorando en atención,  resultando un balance muy positivo tanto por parte de las jóvenes como de sus familias. En su quinto año de funcionamiento, esta experiencia de acogida y atención educativa de calidad para jóvenes amenazadas por la pobreza y la explotación laboral y sexual en la frontera entre Camboya y Tailandia, va afianzando sus pasos y consolidando su presencia y reconocimiento en los pueblos y organismos oficiales de su entorno. Este año la residencia alcanza su capacidad máxima de acogida con la atención a 25 jóvenes.