La familia de Giovana y Julio dan testimonio de las mejoras en confort térmico y distribución de ambientes en su vivienda
Giovana Yuca y Julio Flores vive junto a sus cuatro hijos (3 mujeres y 1 varón) en la comunidad de Huarcay, en Cusco. Antes de la intervención del proyecto de promoción del derecho a una vivienda productiva digna y a una alimentación saludable financiado con la colaboración de la AACID, esta familia campesina vivía en un casa fría y oscura sin distribución de ambientes entre los integrantes de la familia.
Las obras de mejoramiento del confort térmico y redistribución espacial en dormitorios implementadas por el equipo del Centro Guaman Poma de Ayala ha cambiado la vida de toda la familia. Y lo ha hecho comprometiendo el esfuerzo y el trabajo de todos.
Giovana Yuca Almirón, una de las beneficiarias de las 15 familias intervenidas desde el proyecto, muestra orgullosa el dormitorio acondicionado de sus 2 hijas mayores. Julio Flores Condori, su esposo, decidió hacer el cambio de techo que antes era de paja con sus propios recursos. Desde el proyecto, se apoyó a la familia dividiendo el ambiente que era muy grande, frio y oscuro, acondicionando una de las habitaciones, con dos claraboyas, el acabado del cielo raso y, sobre todo, la colocación de un nuevo piso con planchas de OSB. Julio hizo el acabado y pintado de los muros y apoyó en todo el proceso de acondicionamiento.
Ahora, según testimonia Giovana, sus dos hijas ya no pasan frio de noche permitiéndoles estudiar hasta tarde, en especial a una de ellas que se está preparando para ingresar a la universidad. Durante todo este tiempo de pandemia su hija sale muy temprano para acceder al internet en las afueras de la comunidad y asistir a sus clases a la vez que cuida a sus alpacas, pero luego vuelve para continuar estudiando en el nuevo dormitorio. Antes no podía estudiar hasta tarde pues el frio era intenso, ahora se queda más horas en la noche estudiando a solo mes y medio del examen de admisión.
Julio, una vez pase la época de lluvias, quiere mejorar también el ambiente contiguo que quedó sin acondicionar para que su hija e hijo más pequeños también mejoren su dormitorio y puedan jugar más seguros, en especial los días que hay nieve y no pueden salir o durante la época de lluvias.