Fin de curso en “La Plazoleta”
Concluyen la actividades de “La Plazoleta” de la mejor manera que podían acabar, con una gran fiesta del agua.
El pasado viernes, se dio por finalizado el trabajo de calle que desde la Fundación Social Universal se viene realizando este curso escolar en la plaza de los Salesianos, en el Barrio de las Casas Nuevas.
Para poder tener acceso al agua, la fiesta se trasladó a las instalaciones del Hogar de Tardes Mamá Margarita. Allí, con la manguera, algunas cubas, vasos y muchos globos tuvo lugar la fiesta que los menores llevaban todo el año esperando y que acabó con una merienda y algunas chuches.
Esta iniciativa, surgió con el objetivo principal de crear un espacio de encuentro, dentro del propio entorno de relación entre iguales, que a través de actividades lúdicas que sean del interés de los mismos, proporcione un ocio mucho más estructurado y saludable, guiado por modelos de conducta cercanos y positivos. Por ello, es también es importante agradecer a todos los vecinos y vecinas su apoyo a esta iniciativa y el haber obsequiado cada tarde a los educadores que allí se citaban con una palabra amable o de ánimo por llevar a cabo actividades que, como fin último, pretendían propiciar una mejora de la convivencia en el barrio.
En torno a esta idea, se ha trabajado con una media de 30 niños y niñas cada viernes alterno con unos resultados que, aunque a muchos puedan parecerles inapreciables, han sido muy positivos. Como en todo trabajo de calle, los juegos realizados cada tarde siempre esconden objetivos más profundos: aprender a trabajar en equipo, esforzarse para alcanzar una meta, valorar la diferencia y las potencialidades de cada uno, respetar a los iguales, a los mayores y a la comunidad en general, interactuar con las familias y poder compartir impresiones, deseos o puntos de vista diferentes, etc.
Sin duda, y a pesar de la incertidumbre de no saber qué pasará cada tarde, quienes acudirán o a que conflictos se tendrán que enfrentar; ha sido un trabajo muy bonito y estimulante para los educadores que se han citado allí los viernes.
Llegar a la plaza y que haya niños y niñas recibiéndote con un abrazo o una gran sonrisa y esperando con ganas su momento de ocio y esparcimiento libre de preocupaciones, es algo que no tiene precio…