¿Es seguro retornar a las clases escolares presenciales en Perú?

El inicio de la ejecución del proyecto “Formación ciudadana intercultural y recuperación de saberes tecnológicos ancestrales para el ejercicio del derecho a la educación y la mejora de la calidad de vida en comunidades alto andinas de Perú”, en febrero de 2020 en el departamento altoandino de Huancavelica en el Perú, cofinanciado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Fundación Social Universal, coincidió con el inicio la emergencia sanitaria por la Covid 19 y, posteriormente, con la implementación de la estrategia de educación a distancia “Aprendo en Casa” para desarrollar el año escolar 2020 a nivel nacional.

Hoy, a pesar de los esfuerzos que se vienen realizando en la compra de las vacunas y el avance, aunque lento, del proceso de vacunación, el Perú viene enfrentando la segunda ola de la pandemia; estando la provincia de Huancavelica considerada como zona de riesgo extremo.

En este contexto, el Ministerio de Educación (Minedu), ha abierto a las instituciones educativas la posibilidad de volver a realizar sus actividades pedagógicas, de manera total o parcial, en los locales escolares, dependiendo del avance de la pandemia en sus zonas y de que se garantice condiciones sanitarias básicas. Si bien esta norma responde a la demanda de muchas familias, por la importancia de la interacción directa en los procesos pedagógicos y sociales, viene generando diversas opiniones críticas:

• Imprudencia: El Perú sigue ubicado entre los primeros puestos de los rankings mundiales de mortalidad por Covid-19 y el servicio sanitario sigue siendo pésimo. La posibilidad de volver a las clases presenciales, de manera total o parcial, abre el peligro de convertir a los y las escolares y al profesorado en potenciales huéspedes y transmisores de la enfermedad. En el caso de Huancavelica, se encuentra en estos momentos en situación de riesgo extremo, habiéndose registrado hasta la fecha (11.04.2021) 13.680 contagiados y 391 fallecidos.
• La responsabilidad de la educación en condiciones seguras no debe ser encarada solo desde las instancias descentralizadas: El Minedu debe continuar asumiendo su responsabilidad en aspectos críticos, como es el control del cumplimiento de las normas de seguridad de manera sostenida.
• Respuesta desarticulada: El desarrollo de la acción educativa, en condiciones de seguridad y con enfoque de inclusión, requiere de una acción integrada de diversos sectores públicos y no solo del Minedu; es clave la articulación con el Ministerio de Transporte y Comunicaciones para garantizar la conectividad; y con el Ministerio de Salud, para contar con información oportuna y fiable de los contagios en las comunidades y distritos.

Debido a estas consideraciones, y por el retraso en la compra de implementos de higiene y bioseguridad, el alto riesgo de propagar el contagio por el traslado del profesorado a sus colegios, especialmente cuando están en áreas rurales alejados de la ciudad, ha conducido a que el Gobierno Regional de Huancavelica, con el respaldo del Comité Multisectorial e Intergubernamental por la Educación Huancavelica, haya suspendido el retorno a la educación presencial o semipresencial, hasta el 31 de mayo del año en curso, cuando deberá evaluarse nuevamente la situación y definir las medidas a tomar. Desde su participación en diversas instancias de la sociedad civil, el equipo técnico del proyecto se mantendrá vigilante de que las medidas que tomen para el desarrollo del año escolar garanticen la seguridad de todos los actores educativos, así como su derecho a una educación equitativa, inclusiva y de calidad.