En la Casa Joven promovemos la igualdad de género y el empoderamiento en la adolescencia

Promover la igualdad de género y concienciar sobre la relación entre roles sexistas y violencia de género es la finalidad del Proyecto “Adolescentes por el Empoderamiento y la Equidad” que estamos desarrollando en la Casa Joven de la FSU con la colaboración de la Diputación de Córdoba.

La Casa Joven, preocupada por la situación de desigualdad, discriminación y violencia en que viven adolescentes y jóvenes debido a su condición de género, está desarrollando una serie de actividades dirigidas a distintos perfiles de chicas y chicos tanto de Montilla, como de poblaciones cercanas con las que se pretende educar en el respeto, la tolerancia, la convivencia y la igualdad.

La lucha contra la desigualdad de género en la adolescencia y la juventud en Andalucía requiere un enfoque integral y sostenido, que aborde las raíces culturales y estructurales de la desigualdad. Solo mediante la colaboración entre instituciones educativas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general, se podrán crear condiciones de igualdad efectiva para todos los jóvenes andaluces.

“Adolescentes por el empoderamiento y la equidad” va dirigido a unos 5.500 adolescentes y jóvenes de Montilla y localidades cercanas, Montalbán, Montemayor, La Rambla, Aguilar de la Frontera y Fernán Núñez con edades comprendidas entre los 13 y 22 años. Consta de cuatro actividades en las que participan las chicas y en función de su edad y de su situación personal, emocional y social, así el proyecto da respuesta a una diversidad de casuísticas.

Taller Igualdad de género y nuevas masculinidades, Asesoramiento individualizado para prevenir relaciones tóxicas, Juego de mesa “Mujeres haciendo historia” y Taller Empodera-T son las iniciativas que dan contenido a esta propuesta que se está desarrollando entre enero y diciembre de 2024.

De manera dinámica, participativa, con procesos de escucha, reflexión y acción, el equipo educativo de Casa Joven está trabajando para que chicas y chichos se valoren por lo que son, por lo que aportan, para que se cuiden y se respeten, para que convivan valorando las similitudes y diferencias entre las personas como fuente de enriquecimiento, para romper esos estereotipos, creencias, hábitos micromachistas que no permiten crecer y vivir en plenitud.