Elaboración de abonos orgánicos para la producción de verduras

Desde el pasado mes de mayo hasta la actualidad, 8 organizaciones sociales del Cusco están participando en un proceso de capacitación agroecológica, que incluye el manejo de sustratos y preparación de abonos en base a residuos sólidos orgánicos agrícolas, pecuarios y domiciliarios.

Las laderas de la periferia urbana de la ciudad de Cusco acogen población migrante del campo con mucha experiencia en las actividades agropecuarias que en la ciudad son mínimamente explotadas. Con los fondos de la cooperación del Ayuntamiento de Córdoba se está promoviendo la implementación de pequeñas huertas para el cultivo de hortalizas que les permita mejorar y diversificar su alimentación.

Sin embargo, los suelos urbanos distan de ser fértiles y los escasos recursos de la población limitan el acceso a fertilizantes convencionales como la urea, el nitrato de amonio, entre otros. Estos productos además de ser costosos empobrecen paulatinamente el suelo y generan dependencia a su uso, por lo que se priorizó capacitar a la población en la preparación del abono orgánico (biol) para promover la producción agroecológica.

Los talleres de elaboración de biol están previstos para las 8 organizaciones sociales beneficiarias del proyecto “Estrategias de seguridad alimentaria para mujeres y hombres ante la crisis alimenticia, con énfasis en familias en situación de abandono familiar y social producto de la COVID-19, en los barrios populares de Cusco (Perú).” ejecutado con el financiamiento del Ayuntamiento de Córdoba y la Fundación Social Universal.

A la fecha, nuestra contraparte local, el Centro Guaman Poma de Ayala, ha desarrollado estos talleres de elaboración de biol en cinco de las ocho organizaciones sociales beneficiarias, en los que participaron 66 mujeres y 9 hombres. En cada organización, se requirió realizar dos sesiones. La primera parte, con un mayor carácter teórico, versó sobre la importancia de los abonos orgánicos en la mejora de la estructura y textura del suelo y resistencia frente a enfermedades y plagas en los cultivos. Se puso énfasis en el biol como abono foliar, producto de la descomposición del estiércol, agua y otros insumos en un ambiente anaerobio. Este proceso es relativamente simple y de bajo costo, ya que utiliza productos locales para su fabricación (estiércol, desechos orgánicos como cascaras de verduras, huevo, restos de cosecha, chicha, azúcar, cartones, etc.) y no requiere de mayor espacio.

Concluida la capacitación teórica, la población se comprometió en proveer los materiales para realizar la segunda sesión práctica de elaboración de abono foliar biol. Las personas participantes, en un proceso de aprendizaje conjunto, prepararon biol en envases plásticos de 20 litros que sellaron herméticamente, a los que anexaron con tubos de ½”, botellas descartables llenas de agua para expulsar el metano que se genera durante el proceso de fabricación y se evite que el envase de 20 litros explote.

Cada una de las personas participantes se comprometió a realizar las réplicas en sus respectivas viviendas quedando el compromiso del equipo, de asesorar durante los tres o cuatro meses que tomará el proceso de descomposición para disponer de biol para aplicarlo en sus huertas.