Días especiales en la Mision de Poipet (Camboya)
Aunque la vida de las estudiantes, en su diario vivir, transcurre casi de la misma manera, siempre hay algunas celebraciones que ayudan a completar sus conocimientos, a promover valores o a estimular sus iniciativas y habilidades.
Durante este último trimestre las jóvenes han tenido algunos eventos con su parte lúdica y a la vez educativa. Este año se les ocurrió celebrar el día de la mujer de diferente manera. Organizaron una competición de fútbol entre los equipos de Sway Sisophong y Poipet. Lo realizaron en el compound de la Iglesia de Poipet. Un espacio de terreno amplio que se convierte en cancha de fútbol, de baloncesto u otras actividades. Previamente a la competición tuvieron un fórum sobre el Día de la Mujer con una participación muy activa.
El juego empezó con todo el ceremonial requerido: presentación de equipos (debidamente uniformados), fotografías, saludos, etc. Los espectadores gritaban y animaban a sus respectivos equipos con entusiasmo. La competición fue bien reñida y defendida por ambos equipos pero al final fueron nuestras jóvenes las vencedoras. El trofeo quedó en casa. El encuentro terminó con una sabrosa comida, en este caso muy bien merecida y disfrutada por todos. Y por tratarse del Día de la Mujer no podían faltar los detalles de las flores y las alusiones al significado de este día internacional.
Otra actividad que están desarrollando en estos meses es la construcción de unos jardines al lado de la casa de estudiantes. A todas les suele gustar todo lo que se realice en contacto con la tierra pero en este caso el trabajo es organizado y se hace por equipos con lo cual hay que desarrollar el sentido de grupo, de cooperación, de ayuda mutua, de solidaridad… Son actitudes que les cuesta pero van creciendo en ellas y aplicándolas a todo lo que les exige tener un sentido de convivencia, colaboración y disciplina.
En esta última semana Camboya ha celebrado el Año Nuevo Kmer, antes de que las jóvenes estudiantes marchen a sus casas de vacaciones es costumbre celebrar entre ellas y con las Hermanas el nuevo año. Ellas mismas preparan la fiesta que normalmente tiene tres partes.
Primero, una especie de ceremonia con algunas de sus tradiciones: Bendición, agua y polvos. Bendición, en tono más formal, agradeciendo los bienes, ayudas que reciben y deseándonos a todos un nuevo año kmer con larga vida y salud… El agua, a la que ponen pétalos de flores y polvos, para lavar los pies en señal de reconciliación y purificación. Las Hermanas, profesoras y voluntarias ocupamos nuestros asientos delante de cada barreño de agua y escuchamos la bendición. Luego introducimos los pies en el agua y cada una viene a bañártelos, a felicitarte y a ponerte los polvos en la cara. Normalmente piden disculpas para tocarte. Esto se realiza con mucha seriedad hasta que todas han pasado pero luego empieza el juego tirando agua y polvos unas a las otras hasta cansarse. Todas terminamos empapadas y bien empolvadas. También agradeciendo este baño refrescante que calma el calor tan tremendo que hace.
Después de esto toca una buena ducha y ropa propia de fiesta pues viene la segunda parte de bailes, discursos y regalos…etc. La verdad que lo hacen muy bien y van siendo ya unas pequeñas profesionales. En esto se destacan las 3 o 4 jóvenes que aún quedan del primer grupo. Son las líderes naturales y saben muy bien integrar a las nuevas. Todas participan demostrando cada una sus habilidades y dones. Las Hermanas y las profesoras somos las espectadoras y no se nos escapa descubrir en todo esto su crecimiento y progreso en todos los sentidos.
Y una tercera parte, muy importante, la comida… El Carry Kmer, acompañado de arroz, fideos blancos o pan. Siempre hay un rico postre «sorpresa» de dulces y helado. Vienen de nuevo los agradecimientos y las despedidas. Los mayores nos retiramos ya a descansar pero ellas siguen su fiesta de música y baile.
Hna. Micaela Sánchez Aguilar