Crianza de pollos en los barrios populares del Cusco
Cuatro organizaciones sociales de Cusco cuentan con la cooperación del Ayuntamiento de Montilla y la FSU para implementar la crianza de pollos como estrategia para hacer frente a la carencia de empleo de las familias de los barrios populares de la ciudad.
La pandemia ha generado una cadena de desempleo en la principal actividad económica en la ciudad del Cusco, el turismo, cuyo conglomerado económico se relaciona con las demás actividades primarias, secundarias y terciarias.
Las personas que habitan sus barrios periféricos, dedicadas en gran medida al comercio ambulatorio o trabajos eventuales en actividades de servicio en restaurantes, transporte o gastronomía, se han visto especialmente afectadas en esta situación de pandemia. Además, la falta de trabajo y las bajas remuneraciones han repercutido en un incremento de los índices de anemia y desnutrición infantil que, según los especialistas, ha pasado del 50% a 65% y del 14% a 20%, respectivamente.
En este contexto, y con la financiación del Ayuntamiento de Montilla, surge el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades de resiliencia de mujeres y hombres, facilitando la producción de alimentos y las buenas prácticas de higiene y limpieza en el hogar de la población de 6 barrios vulnerables afectados por el desastre producido por la pandemia COVID-19 en los distritos de Santiago y Cusco”, cuya finalidad apunta a promover iniciativas económicas para superar la crisis alimentaria de la población vulnerable afectada por la pandemia COVID-19 de los barrios más pobres de la ciudad de Cusco.
En el pasado mes de mayo, cuatro organizaciones sociales, principalmente constituidas por mujeres, iniciaron el proceso de recría de pollos. En esta primera campaña, las organizaciones de Nuevo Alto Mirador, Araway, San Pedro “A” y San Pedro “B”, recibieron una dotación de 500 aves de un día de nacido, alimentación, equipamiento y la asistencia técnica necesaria para la puesta en marcha de las iniciativas.
Con esta actividad económica, que se inició con algunas semanas de retraso por las restricciones provocadas por una segunda ola de contagios en el Perú, se pretende generar ingresos para las integrantes de cada grupo (constituido por un mínimo de 10 personas), adiestrar en la recría de pollos y contribuir con la dieta alimentaria de las familias al contar con carne luego de dos meses de crianza.
En el proceso de recría se ha capacitado, de manera independiente, a las integrantes de los cuatro grupos, en el manejo, alimentación y sanidad de las aves, así como en los aspectos administrativos. Por otro lado, se acompaña cada día en el proceso de crianza, contando con la asistencia de un especialista, un médico veterinario y personal de extensión, con la intención de que las integrantes estén completamente formadas y preparadas para las siguientes campañas.
Los resultados preliminares cosechados con esta actividad han motivado la solicitud de participar en este tipo de iniciativas de familias de los barrios mencionados y de otros sectores aledaños. La presidenta del grupo San Pedro “B”, Julia Chacma Huaman, señalaba agradecida que “contar con el apoyo de instituciones que entienden y conocen la realidad de la gente que vive en los barrios populares es una bendición, y más importante es la solidaridad de la cooperación que nos motiva a impulsar nuestros propios negocios.” Añadía que “con esta actividad estoy dispuesta a continuar como parte de la organización y al mismo tiempo con la ilusión de poner mi propio negocio.”