Campaña final de forestación y mantenimiento de zanjas de infiltración
350 personas participaron en la campaña final de forestación con plantas nativas en la cabecera de la microcuenca Patabamba – Choquepata, en el distrito cusqueño de Oropesa.
Con esta actividad se pone el broche final proyecto financiado durante los pasados 12 meses por el Ayuntamiento de Montilla. Se desarrolló el pasado 19 de enero con los objetivos de capacitar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de practicar la siembra del agua, recuperar técnicas ancestrales de cosecha del agua a través de la construcción de zanjas de infiltración de aguas pluviales y la forestación y, finalmente, replicar las experiencias en comunidades aledañas.
En los últimos 54 años, la cordillera del Vilcanota perdió el 48% de su superficie glaciar quedando 255,42 km2, cuya desaparición se pronostica para el año 2075. Desde el proyecto ejecutado por el Centro Guaman Poma de Ayala en Cusco se han realizado acciones de forestación en las laderas de la montaña del Pachatusan, parte conformante de esta cordillera.
Los problemas generados por la desglaciación han generado cambios en el clima ocasionando conflictos por el acceso al agua, tanto para el riego como para el consumo humano. Estos conflictos se dan entre las comunidades indígenas y entre las comunidades de zona rural y las urbanizaciones de zona urbana. En este contexto, el propósito del proyecto fue evitar la erosión de los suelos por el agua de escorrentía, la desaparición de la cobertura vegetal y la disminución de los procesos de infiltración de agua en el subsuelo.
Con esta finalizar se propuso recuperar tecnologías ancestrales, como la siembra y cosecha de agua, que implica la construcción y mantenimiento de zanjas de infiltración de aguas pluviales, que consiste en la apertura de zanjas (similar a una tina) de 5 metros de longitud, un ancho de 50 a 70 centímetros y una profundidad de 50 a 60 centímetros, construidas en sentido perpendicular a la pendiente. Otra de las practicas implementadas fue la forestación de las zonas contiguas a las zanjas con especies nativas, como la qewña (polilepis incana) con gran capacidad de retención de la humedad comportándose como una esponja, debido a su constante aporte de materia orgánica al suelo que facilita el crecimiento de otras plantas menores, muy favorables al ecosistema andino.
En la última campaña promovida por este proyecto, se instalaron 6.000 plantas en más de 6 hectáreas, de las cuales 2.500 fueron aportadas desde la financiación del Ayuntamiento de Montilla y el resto fueron aportadas desde la municipalidad y otras entidades públicas.
En esta actividad participaron 350 personas, entre hombres y mujeres, quienes con sus respectivas palas y picos (algunos donados por el proyecto), se movilizaron desde los 3200 a 4000 msnm., transportándose a pie y en algunos casos en camiones.
Previamente la población participante fue capacitada en la apertura de zanjas considerando la pendiente, así como en la apertura de hoyos, distanciamiento y técnicas de plantación de las especies nativas. Para desarrollar el trabajo fue necesario distribuir a las personas que participaron en la faena comunal en grupos de trabajo, quienes se trasladaron a las diferentes zonas en las faldas del cerro Pachatusan (que en quechua significa sostén de la tierra).
Con la implementación de esta actividad en la zona, se logró sensibilizar a la población sobre la necesidad de realizar este tipo de prácticas, con muy buenos resultados a la fecha, sobre todo a nivel de participación, organización y prendimiento de los plantones, como se observó en las plantaciones realizadas a inicios del 2019, con un prendimiento del 90% de plantas instaladas.