Hongos comestibles, una solución nutritiva para familias vulnerables de Cusco
El consumo de hongos comestibles está ganando terreno como una alternativa alimenticia innovadora y sostenible en tres barrios de la periferia urbana de Cusco.
Gracias a la colaboración entre la Diputación de Córdoba, el Centro Guaman Poma de Ayala y la FSU, más de 40 familias han logrado acceder a la construcción de tres módulos piloto para el cultivo de hongos. Tradicionalmente, las familias de Cusco pueden recolectar hongos únicamente durante la temporada de lluvias, cuando estos crecen de forma natural en el campo, sin embargo, con la implementación de los módulos, el acceso a este alimento ya no estará limitado por la estacionalidad, ya que cada siembra puede producir durante tres meses, permitiendo hasta tres campañas al año.
Como parte del proyecto, en cada barrio se realizó una sesión especial de cosecha de hongos, en la que participaron las familias beneficiarias, que aprendieron a cosechar y empacar el producto. Posteriormente, los hongos recolectados fueron utilizados en una demostración culinaria liderada por un chef, quien presentó formas creativas de incorporarlos en recetas tradicionales como ceviche, causa rellena, leche de tigre, omelets, chicharrón y tallarines en salsa blanca. Esta actividad permitió a la población participante degustar los potajes, generando un mayor convencimiento sobre lo agradable y versátil de este producto y explorar el potencial de los hongos como un valioso suplemento dietético.
“Hemos descubierto cómo los hongos pueden transformar nuestros platos tradicionales. Es una experiencia que queremos replicar en nuestras casas”.
Tras la sesión demostrativa, la población beneficiaria se comprometió a incorporar este producto en la dieta familiar y gozar de los beneficios nutricionales, antitumorales, anticancerígenos, inmunopotenciadores, hipoglucémicos, hepatoprotectores, hipocolesterolémicos, antifúngicos y antivirales. Además, el conocimiento adquirido está motivando a otras familias a sumarse a la iniciativa, puesto que incorporar los hongos como un suplemento dietético no solo mejora la alimentación, sino que también fortalece la autonomía alimentaria de las comunidades.