Introducción al mundo microscópico con las niñas y niños de Santa Rosa
Como parte de los talleres de educación ambiental programados en el proyecto financiado por el Ayuntamiento de Montilla, se desarrolló el taller “Mundo microscópico” en las dos escuelas de la comunidad de Santa Rosa de Pichanaz.
Durante dos días, como parte de la primera salida de campo, el personal técnico de la Asociación CEARE se desarrollaron los talleres ambientales «Mundo microscópico», en las escuelas primarias de los sectores Santa Rosa y Santo Domingo de la Comunidad Nativa Santa Rosa de Pichanaz. En Santa Rosa participaron 5 de los 6 alumnos que asisten a la escuela (4 niñas y 1 niño), y en Santo Domingo participaron 8 de los 10 alumnos que asisten regularmente a esa escuela (4 niñas y 4 niños).
Inicialmente, se proyectó un vídeo sobre el mundo microbiano, los tipos de bacterias, hongos, algas y virus existentes y que no podemos ver a simple vista. El vídeo fue muy didáctico, pensado para niños pequeños, y mantuvo su atención durante los 5 minutos que duró. Además, mostró la importancia de lavarse los dientes, ya que en la boca hay miles de bacterias.
Después, se presentó el microscopio y los niños pudieron verlo, identificar sus partes y decidir qué muestras querían observar. En el sector de Santa Rosa, los niños estaban muy curiosos por observar sus alimentos a través del microscopio, así que elaboramos muestras de masato (bebida de yuca fermentada) y chapo (bebida de plátano hervido) que los alumnos llevan a la escuela. Con la muestra de masato pudimos observar la actividad de las levaduras que se alimentan del almidón de yuca y lo fermentan. También pudimos observar células vegetales del pasto, así como un ala de cucaracha y una hormiga. Además, vimos las algas del agua estancada.
En el sector de Santo Domingo, los niños lograron capturar un isango, un ácaro diminuto que vive en los pastizales. También pudimos observar una liendre y una hormiga muy pequeña, así como las células vegetales de una hierba.
El taller «El mundo microscópico» duró aproximadamente dos horas y media y mantuvo a las niñas y niños muy emocionados y curiosos. Nunca antes se había llevado a cabo una actividad similar en la escuela, ni siquiera los maestros habían tenido la oportunidad de observar con un microscopio.
Gracias a la compra de este equipo, podremos replicar esta actividad con nuevas muestras y nuevos alumnos, e incluso llevarla a escuelas de otras comunidades. Además, este microscopio tiene la ventaja de que también funciona con pilas, por lo que se puede llevar a lugares donde no hay electricidad.
Este tipo de actividades aporta muchos beneficios a los niños, principalmente porque despierta su curiosidad y les permite abrir su mente a un mundo nuevo, especialmente estando en lugar con tanta biodiversidad y paisajes naturales.