Según la Encuesta Nacional de Hogares -ENAHO 2021, las mujeres cusqueñas tienen menor nivel de estudio (28,1% con estudios de secundaria y el 22,6% con estudios universitarios), menor tasa de actividad (67,3%), un 33,6% no cuenta con ingresos propios, el 89% se emplean en el mercado informal, sobre todo en el sector terciario, y el 48,1% son amas de casa que no tienen ni buscan empleo. Según esta misma encuesta, el 60,4% de mujeres del ámbito sufrieron alguna vez violencia física por parte del esposo o compañero y el 57,5% sufrió alguna forma de violencia psicológica y/o verbal.

Para las mujeres del Cusco, especialmente para aquellas en situación o riesgo de exclusión social, reducir la dependencia económica representa uno de los desafíos más significativos. Este problema repercute no solo en su bienestar individual y en su desarrollo personal y profesional, sino también en su capacidad para acceder a oportunidades laborales e implementar iniciativas económicas sostenibles. En este sentido, superar esta dependencia resulta crucial para fomentar la igualdad de género y garantizar un desarrollo más equitativo y sostenible en la sociedad peruana. Situación similar afecta a la juventud que, luego de la pandemia, ha visto incrementado el índice de desempleo, subempleo y las dificultades de acceder a un empleo.

Este círculo vicioso de dependencia económica, falta de desarrollo y subempleo o desempleo generan la persistencia de estereotipos y discriminaciones por género, la baja percepción de la mujer como sujeto de derecho y la prevalencia de enfermedades como depresión y ansiedad, lo que incrementa la vulnerabilidad frente a la violencia, incluido el feminicidio y suicidio.

Para enfrentar las causas de esta problemática de dependencia económica de mujeres y jóvenes vulnerables de Cusco, durante los próximos dos años, con financiación de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo, se desarrollará una serie de acciones municipales concertadas de fomento del empleo y el autoempleo, ambientalmente amigables y respetuosas con la diversidad cultural, en 7 municipios de las provincias de Cusco, Anta y Urubamba.

Concretamente, la intervención incidirá a cuatro niveles: la mejora de las capacidades emprendedoras personales y técnico productivas de mujeres y jóvenes para el acceso a un empleo y autoempleo; el acceso a servicios públicos y privados de mujeres y jóvenes vulnerables en sus derechos que les permiten articularse a empleos y autoempleos que respetan el medio ambiente y su diversidad cultural; la innovación en la prestación de servicios municipales que promueven el derecho al trabajo de mujeres y jóvenes y el fortalecimiento de las instancias de gobernanza territorial en políticas públicas de fomento del empleo y autoempleo, visibilizando enfoques de equidad de género, sostenibilidad ambiental y diversidad cultural.

Al finalizar el proyecto, 160 mujeres adultas y otras 160 jóvenes, con nivel secundario como máximo alcanzado, incrementarán sus ingresos anuales, en un promedio del 35%, producto de sus iniciativas económicas. Del grupo anterior, 96 mujeres y 96 jóvenes incorporarán en sus modelos de negocio la economía circular y/o la revalorización de la cultura local. Asimismo, se conseguirá que 90 mujeres adultas y 90 jóvenes generen ingresos económicos producto de acceder a un empleo asalariado, acercándose al final del proyecto a obtener un ingreso mensual del 80% de la remuneración mínima vital.

Al termino de este proceso, estos colectivos lograrán poder de decisión y el control sobre los recursos y su tiempo, pudiendo satisfacer los derechos y necesidades básicas de la familia (salud, alimentación, vivienda, etc.). Como innovación se trabajará fuertemente en el desarrollo personal y habilidades blandas de la población destinataria, como base para su éxito laboral y empresarial, respetando sus particularidades étnico-culturales.

Por otra parte, 5 municipalidades del Cusco implementarán una estrategia concertada en una instancia de gobernanza para fomentar el empleo y autoempleo de mujeres y jóvenes, teniendo en cuenta la equidad de género, la revalorización de la cultura local y la sostenibilidad ambiental. A este respecto, solo los sectores del nivel nacional han diseñado e implementado políticas públicas con este enfoque, por lo que generarlo desde los gobiernos locales constituirá una experiencia novedosa.

Las municipalidades mejorarán su capacidades institucionales con la formación de sus equipos técnicos para el diseño y formulación de instrumentos programáticos, directivas y herramientas de promoción del empleo: estudios de priorización de zonas y cadenas productivas, planes de negocios y proyectos de inversión pública; además, promoverán espacios de intercambio y articulación comercial para una mejor atención a las destinatarias en sus iniciativas de empleo y autoempleo, contribuyendo a dinamizar las economías locales.

El proyecto aportará, también como innovación, a generar un trabajo articulado entre las gerencias de desarrollo social y desarrollo económico de las municipalidades, ya que la atención a la autonomía económica de las mujeres y jóvenes se constituye en un servicio público que requiere la participación de ambas gerencias; la primera vinculada a los temas de violencia y empoderamiento de la mujer, y la segunda a temas de empleo y fomento de iniciativas productivas.

Finalmente, otro elemento innovador, igualmente relevante, será la articulación entre los niveles municipal, regional y nacional, la academia (Universidad Católica Sedes Sapientiae, Universidad Andina de Cusco, Universidad San Antonio Abad del Cusco), la empresa (Cámara de Comercio) y organizaciones sociales comprometidas en acciones de autonomía económica de mujeres y jóvenes. Además, se avanzará en acciones de investigación e innovación en favor del empleo y autoempleo de colectivos vulnerables.

La sistematización y difusión de lecciones aprendidas del proyecto contribuirá a que las buenas prácticas sean replicables en el ciclo de prestación del servicio público y en los instrumentos de fomento al empleo y autoempleo, así como en intervenciones de otras entidades que fomenten la autonomía económica de mujeres y jóvenes.