Instalación de un biodigestor para la escuela Futuro Vivo y el centro de salud de Samac

A pesar de las dificultades técnicas y las condiciones climatológicas adversas, se ha logrado implementar al 95% la instalación del biodigestor para el tratamiento de las aguas grises y negras de la escuela Futuro Vivo y del centro de salud de Samac, gracias a la financiación del Ayuntamiento de Montilla.

La escuela Futuro Vivo y el centro de salud de la comunidad de Samac no disponían de ningún sistema adecuado para el tratamiento de las aguas residuales provocando graves problemas de salubridad ambiental. Con la asesoría de profesionales en el área, se consideró que una opción viable para dar solución a la problemática encontrada es la instalación de un biodigestor que realice un tratamiento de aguas residuales con lo que se genera un menor grado de contaminación al ambiente al tiempo que se constituye en un referente en la zona para implementar este tipo de estrategias para el cuidado del agua.

El biodigestor realiza un proceso biológico que convierte gradualmente los desechos humanos y aguas jabonosas en agua que puede ser reutilizada para ciertas tareas domésticas. Es decir que el sistema recibe las aguas negras, las trata de forma eficiente sin contaminar el ambiente y los mantos freáticos.

Los padres de familia de las comunidades destinatarias del proyecto educativo Futuro Vivo de Coban han colaborado activamente en la instalación del biodigestor mediante jornadas de trabajo. Actualmente, la ejecución de este proyecto se encuentra en un 95% de avance. Cabe destacar que la etapa inicial presentó desafíos significativos, especialmente debido a la temporada de lluvias y a la proximidad del manto freático a la superficie del suelo. Estas condiciones generaron constantes inundaciones de aguas subterráneas y pluviales.

A pesar de estos obstáculos, se logró la conexión exitosa de todas las tuberías provenientes de los servicios sanitarios, evidenciando un funcionamiento adecuado del sistema. En la fase final del proyecto, solo resta la instalación de pastillas de cloro, cuya implementación por el clorinador garantizará la evacuación de aguas libres de coliformes. Este progreso es un testimonio del esfuerzo y la dedicación de la comunidad, superando desafíos para lograr un biodigestor eficiente y respetuoso con el medio ambiente.