Organizadores de desarrollo para el cuidado integral de la primera infancia

Guaman Poma de Ayala, a través del proyecto gestionado por FSU, lleva a cabo talleres de capacitación en la comunidad de Occopata perteneciente al Distrito de Santiago (Cusco) sobre la importancia de implementar organizadores de desarrollo para el cuidado integral de la primera infancia.

El desarrollo y crecimiento de las personas a lo largo de toda su vida, pero especialmente desde la primera infancia, está estrechamente relacionado con factores neurológicos y biológicos; factores psicológicos y emocionales, y factores sociales. Todos ellos son claves para la interrelación del niño o la niña con su entorno humano, material y cultural.

En este sentido, comprender cuáles son los organizadores para un desarrollo integral de la primera infancia y cómo funcionan es esencial para entender la relación que existe entre aspectos como la seguridad del niño, la comunicación o las relaciones afectivas.

Por esta razón, a través del proyecto “Promoción de prácticas saludables en la población de comunidades indígenas orientadas al adecuado desarrollo integral de niñas y niños menores de 5 años de Santiago de Cusco”, financiado por la Diputación de Córdoba y gestionado por Fundación Social Universal, se están llevando a cabo talleres de capacitación para las familias de las comunidades de Occopata, Ancaschaca y Checopucca sobre la importancia de implementar organizadores de desarrollo en sus hogares.

El personal de Guaman Poma de Ayala, junto con cooperantes del programa de la Universidad de Granada, ha llevado a cabo durante el mes de agosto un taller en el puesto de salud de Occopata para facilitar la interrelación de las madres y padres con sus hijas e hijos. En concreto, un total de 16 madres participaron activamente en este taller donde comprendieron la importancia del vínculo del apego; de establecer una buena comunicación desde la primerísima infancia; de potenciar la exploración para que desarrollaren sus propias actitudes cognitivas, y de entender el orden simbólico entre la familia, el niño o niña y su cultura.

Este tipo de prácticas tienen como objetivo evitar posibles problemas emocionales y/o físicos futuros, así como concienciar a las familias destinatarias de la relevancia de incorporar espacios de atención a niñas y niños menores de 5 años, implementar el buen cuidado mediante el control sanitario oportuno y el buen estado nutricional sin enfermedades prevenibles como la anemia.