Día Internacional de los Derechos de la Infancia
Los niños son el futuro del mundo, y por lo tanto han de ser tratados de una forma especial y con toda la protección que se merecen, estando sus Derechos Fundamentales por encima de todo.
Hoy, 20 de noviembre es el Día Internacional de los Derechos del Niño, y en el Hogar de Tardes se ha celebrado por todo lo alto ya que luchamos para hacer valer dichos derechos.
La semana pasada, niños y niñas participaron en distintas actividades relacionadas con los derechos fundamentales. Una de ellas ha sido la realización de un “tendedero” con todos los derechos, y en cada derecho los niños y niñas han escrito lo que supone para ellos y la importancia que tiene.
“Ningún niño del mundo puede pasar hambre” (Elena, 8 años)
«Los derechos son como un escudo» (Mario, 9 años)
“Quiero mucho a mi mamá y papá” (Sara, 6 años)
Estos tendederos han sido colgados en distintas administraciones públicas de Montilla, como en la biblioteca municipal, el ambulatorio o en varios centros escolares, con el objetivo de visibilizar, fomentar la participación y dar voz a lo que piensa y siente la infancia.
Otra actividad que se ha llevado a cabo ha sido la realización de una gymkana, cuyas actividades han descrito cada uno de los derechos fundamentales y donde los niños/as han disfrutado en grande y a la vez han aprendido. La tarde finalizó con dos grandes tartas, para celebrar que luchamos día a día por la defensa de los derechos de todos los niños/as y por la protección a la infancia.
Sin embargo, el trabajo realizado fue más allá, dos representantes del hogar de tardes y su educadora de referencia, participaron junto al otros menores andaluces y sus representantes en el VIII Pleno Infantil en el Parlamento Andaluz. Una iniciativa que pretendía dar voz a la infancia en relación a la problemática de los niños y niñas refugiados.
«Hola, buenos días, yo soy rumana, pero vivo en España, y lo que vengo a decir hoy, es que deseo que todos los niños refugiados tengan la misma suerte que tengo yo de vivir aqui. Tengo una casa, tengo familia, tengo amigos, tengo a personas que me quieren y deseo que ellos puedan tener la suerte que tengo yo» Mihaela, 12 años.
Estamos muy contentos de poder trabajar día a día desde esta perspectiva, para que realmente, se hagan valer los derechos de la infancia.