Día de encuentro con los padres de las jóvenes de Poipet (Camboya)

Antes de finalizar el curso escolar tenemos un encuentro con los padres y madres de las jóvenes, o podríamos llamarlo más bien un día de convivencia. Muchas de las familias vienen de lejos y llegan el día anterior. Se les acoge en la casa y tienen la oportunidad de conocer el ambiente que viven sus hijas.

Este año se ha realizado el día 30 de Julio. El motivo principal del encuentro es informar a los padres  y madres sobre  el proceso de sus hijas, tanto de los estudios como de la convivencia en el grupo.

En primer lugar se entrevista a cada uno de los padres o madres (u otro familiar) junto con la hija. Normalmente las jóvenes ya saben lo que se les va a decir a sus familias pues a lo largo del curso se ha hablado con ellas de sus progresos, de sus fallos, de su comportamiento, de lo que tienen que mejorar…etc. Los padres y madres acogen esta información de manera muy respetuosa y positiva, apoyando y aconsejando a sus hijas para que sigan adelante.

Estas entrevistas son una parte muy importante del proceso educativo, no solo por lo que se involucran a los padres y madres sino también por el conocimiento de la realidad de cada familia. Son historias duras y emotivas que nos aportan luces para acoger y comprender mas a la joven y nos ayuda a poderla guiar y animar en su camino de crecimiento a todos los niveles.

Algunas jóvenes, (gracia a Dios las menos), no las acompañan sus padres ni familiar alguno. No los tienen o trabajan en Tailandia. Normalmente estas jóvenes nos las envían alguna comunidad parroquial. Son casos extremos aunque muy frecuentes en esta realidad de Camboya.  Durante el curso siempre se percibe en ellas esta carencia, la lejanía o la falta de cuidado de los padres, pero en estos encuentros les invaden una gran tristeza. Algunas lloran desesperadamente ante la triste realidad de no tener a nadie que acuda por ella. En estos momentos el papel, no solo de las Hermanas sino de las mismas compañeras dándoles atención y cariño, es muy importante.

El día del encuentro está lleno de actividades. Después de las palabras de acogida y agradecimiento por hacerse presentes, son las mismas jóvenes las que van expresando a los padres  y madres asistentes cómo han vivido el curso. Una habla de los estudios, otra de la responsabilidad en las tareas de la casa, otra de las relaciones entre ellas, otra de las actividades culturales y deportivas, etc. Algunas jóvenes de manera espontanea comunican su experiencia haciendo un poco de recorrido desde cuando llegaron, cómo han ido superando las dificultades y hoy se siente contentas y agradecidas de lo que están aprendiendo.

También los padres salen a hablar. Expresan su gratitud y la suerte de tener a sus hijas estudiando y recibiendo una buena educación.  Casi todos lloran y nos hacen llorar pues expresan sus sentimientos, sus dificultades y sufrimientos. Hay frases que todos repiten dirigiéndose sobre todo a sus hijas: La vida es difícil, muy dura, y queremos que para vosotras sea diferente. No desaprovechen la oportunidad que les damos…

Todas estas intervenciones se van alternando con bailes y con la información de los objetivos  de la Casa de Estudiantes, las normas de funcionamiento y la organización. También se les recuerda sus compromisos, contribución y responsabilidades como padres.

El encuentro termina con una gran comida preparada por las mismas jóvenes y que todos disfrutamos.

Un año más agradecemos a Dios el poder llevar adelante este Proyecto educativo. Son 22 jóvenes en las que ponemos gran confianza y el sueño del futuro: «Un mundo mejor es posible». Gracias especial a la Fundación Social Universal por su contribución constante y sus colaboradores que lo apoyan, sin ellos nuestro sueño no lo vislumbraríamos.

Hna. Micaela Sánchez Aguilar