Devolución del informe: Érase una voz…
A través del estudio realizado y recogido en el informe Érase una voz, la organización Educo ofreció el curso pasado a los niños del Hogar de Tardes Mamá Margarita y a cientos de niños más de todo el mundo la posibilidad de hacerse oír y explicar cómo perciben la violencia que sobre ellos ejercen los adultos. Así pues, para la realización del estudio se analizaron las vivencias, opiniones y expectativas de los niños y niñas sobre el fenómeno de la violencia, contaron cuáles son los espacios en los que se sienten más o menos inseguros, dónde encuentran sus miedos, qué necesitan para ser felices o qué harían ellos si fueran presidentes del gobierno para solucionar este problema.
Una vez elaborado el estudio tanto para Educo, como para las entidades colaboradoras, era fundamental poder devolver a los menores todas las conclusiones extraídas. Para ello en cada entidad se organizaron distintas sesiones de devolución en las que, además de presentarles de un modo amigable el informe, se profundizara aún más en el tema. Educo planteaba distintas historias a las que debíamos darles un final feliz.
La historia propuesta era la de un grupo de niños y niñas que estaban con sus educadoras viendo el documental “En el Mundo a cada rato”. Al terminar una de las historias relacionadas con la violencia de género, una niña se levanta y se va de la clase llorando. Entonces una de las educadoras sale a hablar con ella y la otra se queda con el grupo.
En base a esta historia se realizaron varias preguntas que invitaban a la reflexión en el gran grupo. A continuación, los menores, divididos en cuatro grupos, debían inventarse un final feliz y reflejar su idea en un cómic. Después cada grupo expondría su historia al resto de compañeros y se comentarían los distintos finales.
Los menores propusieron hacer un teatro con el mejor final, pero no dio tiempo y la actividad quedó aplazada para el verano. Todos quedaron muy satisfechos con su trabajo y con las ideas sobre la realidad de la violencia a la infancia aún más claras.
Sin duda alguna, el trabajo y el resultado de estas sesiones con los niños y niñas del Hogar de Tardes no ha podido ser más satisfactorio y positivo.